El problema real en el puerperio

El mayor problema de la nueva madre no es el bebé:

- que llora mucho y sólo se calma en el regazo,
- que toma teta 24h por dia,
- que se retuerce de gases y cólicos,
- que no se queda en la cuna,
- que se despierta al amanecer.

Los verdaderos problemas de la nueva madre son:

- Las ideas equivocadas sobre la maternidad que se le han transmitido,
- Las expectativas irreales de los adultos en relación con el comportamiento de los bebés,
- Los mitos y tonterías que las generaciones anteriores se empeñan en mantener vivas,
- La falta de información adecuada sobre el trabajo de parto, el parto, la lactancia y el puerperio,
- Mala asistencia profesional,
- Red de apoyo inexistente o deficiente,
- Las miradas de desaprobación y los comentarios malignos a su alrededor,
- Las visitas incómodas,
- El padre que no ejerce una paternidad activa, no asume tareas de la casa y hace cargos,
- La privación del sueño sumada al peso de tener que llevar adelante una casa y la vida sola o con ayuda inadecuada,
- La licencia de maternidad insuficiente en tiempo.

Los bebés se comportan como bebés:

Extremadamente indefensos, neurológicamente inmaduros y dependientes de cuidados, contacto piel a piel, pecho y regazo. Ahora, si el bebé no es el problema, por qué nuestra sociedad insiste en querer arreglarlo a toda costa?

 No lo cargues tanto!
 Dejalo llorar para aprender!
 Quítale del pecho! Es un berrinche! Te está manipulando!
 Dale medicina, té, calmante!
 Dale chupete/chupón!
 Dale biberón! Dale de comer


Siendo el eslabón más frágil, termina siendo el más descuidado. Los intentos de reparación para problemas inexistentes le causan sufrimiento y angustia innecesarios.

En cambio, los esfuerzos deberían estar dirigidos a cambiar el entorno inmediato de esta madre.
Porque necesita apoyo y soporte para dedicarse de manera irrestricta al nuevo ser que llega al mundo. Y necesita tiempo para descansar tanto como sea posible, alimentarse, tomar un baño caliente . Pero para eso los adultos necesitan cambiar, salir de su zona de confort, asumir responsabilidades. Y eso nadie lo quiere. Resulta más fácil dejar a mamá sola y culparla por su fracaso, por sentirse cansada, por desear una vida diferente a la que tiene ahora.

A las mujeres embarazadas:

Busquen información, empoderense, armen su red de apoyo presencial en consonancia con sus expectativas y deseos en relación con el parto, la lactancia materna y el modelo de crianza elegido.

A las recientes madres y las no tanto:

No sufran, no se culpen, busquen ayuda, comuniquen, exijan respeto y apoyo, aléjense de quienes no suman y sólo las critican. Se merecen todo el soporte para poder llevar adelante la maternidad.

La primera infancia es demandante. Y aunque es breve, esta es la fase más importante en el desarrollo del ser humano. Y pasa rápido. Aceptémosla firmes siendo las mejores madres que podemos llegar a ser. Ni más ni menos.

Texto de Gabrielle Costa de Gimenez.
Ilustración:@samanthavelezdoula